Con el título de “Las dulces y amargas tardes de Boris Mijailovich Kustodiev”, presentamos una nueva exposición de Jorge Gay en Barcelona que recoge su trabajo de los últimos dos años.
Como suele ser habitual en el pintor aragonés, toda la exposición parte de una idea que ha sido el origen de todas las obras expuestas, en este caso la inspiración ha venido de la vida del pintor ruso Boris Kustodiev, artista casi desconocido que falleció joven y que llamó la atención del artista de Zaragoza porque “ante la adversidad supo ser alegre”.
Se trata de conjunto de acrílicos sobre lienzo y papel lleno de armonías y de dualidades, de calma luminosidad y sensualidad, levemente amenazadas por motivos de melancolía. Es una exposición con ecos de Henri Matisse, Giorgio de Chirico, Pablo Picasso o Fernand Léger, que puede parecer casi antigua, pero que la personalidad de Gay convierte en algo intemporal y personal.
En obras como “El refugio de los besos”, “Mayo será eterno”, “Ya no servían las palabras con las que identificábamos la realidad” o “las tardes heladas de Boris” repletas de samovares, interiores melancólicos o bodegones, el artista consigue que lo complejo parezca sencillo, que lo profundo parezca natural.
La exposición que presentamos en nuestra galería es evocadora: los fríos atardeceres de San Petersburgo, las gloriosas mañanas de Crimea, casas recordadas o soñadas y vividas...Todo nos recuerda a la Rusia de finales del siglo XIX y principios del XX, luminosa y gris a la vez. Las composiciones que nos presenta Jorge Gay no se someten a los dictados de la academia tradicional ni a los de la neo academia vanguardista, el artista mantiene una independencia y libertad que tal vez no sean representativas de este siglo que se está acabando, sino más bien del siglo XXI.
Esta exposición de Jorge Gay en Barcelona se podrá visitar hasta el próximo 26 de junio.