Hernando Viñes en nuestra galería
Presentamos una nueva exposición de Hernando Viñes en nuestra galería, una completa retrospectiva que abarca más de 60 años de carrera, desde sus inicios en el París de los años 20 hasta los coloristas paisajes de los años 80.
Desde que a finales de 1979 presentamos su primera muestra con nosotros, Viñes ha sido un referente y un artista indispensable en nuestras muestras dedicadas a la Vanguardias Históricas y a la Escuela de París. La amistad que teníamos entonces con él, la mantenemos en la actualidad con su hija Nina, que ha colaborado con nosotros en esta ocasión.
El recorrido por la obra del artista parisino empieza con piezas de 1925, claramente influenciadas por el cubismo y en las que ya se aprecia que el color será fundamental para el pintor. A finales de los 20 y a principios de la década de 1930, se adentra en un personal surrealismo que abandona a los pocos años ya que, como él decía: “no era aquella mi manera de enfocar la pintura”.
El grueso de la exposición de Hernando Viñes en nuestra galería lo componen obras creadas a partir de 1933, ya abandonado del todo el surrealismo y con el cubismo sólo como una referencia lejana. Su obra se acerca a artistas como Bonnard o Vuillard, una figuración luminosa en la que el estudio del color será clave. Su mujer, Lulú Jordain, se convertirá en una de sus principales fuentes de inspiración, temáticas como la lectura en interiores, la maternidad y las ventanas al exterior serán las señas de su pintura.
A partir de la década de los 50, la luz se convierte en una de las claves de su trabajo, realizando paisajes de San Juan de Luz. A partir de los 60, se fijará en lugares como la Bretaña, la Provenza o el País Vasco en los que busca el sol, al que atrapa con su paleta de naranjas, amarillos o violetas. En los 80 se centrará en paisajes de la costa Roscoff o Port Blanc hasta que en 1988 su salud le impide seguir pintando.
La exposición de Hernando Viñes en nuestra galería podrá visitarse hasta el próximo 30 de diciembre.