Manuel Angeles Ortiz y la Sala Dalmau
Manuel Ángeles Ortiz y la Sala Dalmau
Conocimos a Manuel Ángeles Ortiz en 1982, gracias a un amigo común, a quien el pintor había encomendado la comprometida tarea de buscar una galería en Barcelona. Fue así como, una tarde del mes de marzo de ese año, se inició la relación entre Manuel Ángeles Ortiz y la Sala Dalmau: el pintor nos visitó acompañado de su hija, Isabel Clara, y hablamos de París, de Lorca, de Picasso, de la guerra civil y de su exilio en Argentina… Fue un encuentro que nos hizo sentir que estábamos ante alguien muy especial. Fijamos fecha para una exposición en noviembre de 1984, pero lamentablemente falleció poco antes de inaugurar.
En aquella época su trabajo era poco conocido en Barcelona y por ello su ilusión por mostrarlo era grande. El día de la inauguración presentamos el libro de Antonina Rodrigo “Memoria de Granada: Manuel Ángeles Ortiz-Federico García-Lorca”, que nos permitió resaltar tanto su íntima amistad con Lorca como la importancia de Granada en su vida y obra.
Francesc Draper, Alberto Novakosky e Isabel Clara Ángeles Ortiz, Sala Dalmau 1984.
Desde entonces la relación entre Manuel Ángeles Ortiz y la Sala Dalmau ha sido una constante. En 1996, a raíz de una idea del Archivo Manuel de Falla, otro íntimo amigo del pintor, presentamos su faceta como escenógrafo. En colaboración con dicha Fundación y la Residencia de Estudiantes de Madrid, expusimos los telones, figurines y bocetos que Manuel Ángeles, Hernando Viñes y Hermenegildo Lanz realizaron para la obra de Falla “Un retablo para Maese Pedro” que se estrenó en el palacio de la princesa de Polignac en 1923. Nuestra exposición se completaba con una pequeña selección de obras del pintor.
Vista de la exposición «Un retablo para Maese Pedro» (1996)
En 2001 volvimos a presentar una muestra individual que incluía obras desde la década de 1920 hasta 1980, y que se daba especial relevancia a sus series, incluyendo las más destacadas como “Paseo de cipreses”, “Albaicín”, “Cabezas”, “Cabezas múltiples”, “Homenaje a El Greco”…
El vínculo entre Manuel Ángeles Ortiz y la Sala Dalmau ha continuado a través de su familia y eso nos ha permitido organizar exposiciones muy especiales como “Pinturas y objetos”, en 2011, que nos permitió mostrar una faceta diferente del artista, aquella en la que intervenía en objetos cotidianos, como un espejo, un plato o un trozo de cartón, y los transformaba hasta convertirlos en obras de arte, o “La magia de Granada”, de 2016, centrada exclusivamente en sus series, especialmente las granadinas.
Algunos objetos modificados por Ángeles Ortiz (Sala Dalmau,2011).
El próximo enero volveremos a presentar su trabajo en nuestra galería, esta vez el dedicado a pequeñas obras sobre papel, bocetos en los que el artista muestra su parte más íntima y experimental. Centrados en sus series, estos trabajos nos ofrecen una cara distinta de ellas y nos muestran el camino que recorre el artista hasta llegar a la obra definitiva.
Fue en 1982 cuando se inició la amistad entre Manuel Ángeles Ortiz y la Sala Dalmau, y cuarenta años después queremos seguir reivindicando el trabajo de uno de los mejores y más libres exponentes de la escuela española de París.