40 años de una galería de arte en Barcelona
Consell de Cent era, y ha sido durante décadas, la calle de las galerías de arte en Barcelona. La Sala Dalmau sigue estando en su localización inicial, el número 349, cerca de Passeig de Gràcia. A lo largo de los años, nuestra galería ha sido testigo privilegiado de los cambios de la ciudad, de cómo los comercios pensados para los barceloneses han ido desapareciendo. La zapatería Oliver, el colmado Simón, el bar Como, la tienda de discos Gong, la boutique Bebelin o la peluquería Mendialdúa han ido cerrando. De eso ya no queda nada.
En el tramo de Consell de Cent entre Passeig de Gràcia y Rambla Catalunya somos ya los más antiguos: este octubre celebramos 40 años. A lo largo de este tiempo, la joyería Cartier o la tienda de moda Antonio Miró han sido nuestros vecinos. Ahora, el Hotel Mandarin, Sandro o Khiel’s son algunos de los comercios que han reemplazado a los establecimientos clásicos de la ciudad.
Afortunadamente Consell de Cent sigue siendo un lugar interesante para ver galerías de arte en Barcelona. Clásicos como Mayoral, Gothsland o Eude siguen en su localización original, y galerías más jóvenes como Jordi Barnadas han permitido que siga siendo una de las principales arterias del arte en Barcelona.
Esta temporada se cumplen 40 años de la fundación de nuestra galería. En octubre de 1979 Francesc Draper fundó la Sala Dalmau como homenaje a Josep Dalmau, galerista de las vanguardias del arte en la Barcelona de principios del S.XX.
Fachada de la Sala Dalmau, 1979
La primera exposición fue toda una declaración de intenciones: una individual de Hernando Viñes, sobrino del conocido pianista y compositor Ricard Viñes, y uno de los máximos exponentes de la escuela de París. Esta muestra, centrada en obras de los años 20, 30 y 40, marcará una de las líneas principales de la galería, las vanguardias de las primeras décadas del S.XX.
Desde el principio, la filosofía de la galería fue combinar exposiciones de artistas exiliados durante la guerra civil y vinculados a las vanguardias con jóvenes contemporáneos que utilizaran esa influencia para llevarla a su propio terreno. A los, en aquellos momentos jóvenes, Juan Alcalde o Josep Maria García-Llort, se unieron con los años Jordi Amagat, Jorge Gay, Víctor Pedra o Miguel Peña y, posteriormente, Manolo Belzunce, Javier Lapuente, José Leguey, Miguel Villarino y José Luis Zumeta.
El recuerdo a Josep Dalmau siempre ha estado presente en nuestra galería. Se recuperó su figura en la exposición “Josep Dalmau i el seu món”, que permitió conocer mejor su trabajo. También con exposiciones de artistas que en su día habían expuesto en las galerías Dalmau como Jacint Salvadó, Rafael Barradas y, muy especialmente, Joaquín Torres-García.
El interés por Torres-García ha llevado a nuestra galería a desarrollar un profundo estudio de su obra y su legado. Además de su trabajo, hemos presentado en varias exposiciones la obra de algunos de sus discípulos de su mítico Taller de Montevideo. Artistas como Augusto Torres o José Gurvich forman parte de la historia de la Sala Dalmau, así como, muy especialmente, Alceu Ribeiro. Ribeiro, uno de los primeros alumnos de Torres, se unió al grupo de artistas de la galería en 1997 y, hasta su muerte en 2013, tuvimos el placer de conocer su obra y su legado de primera mano.
Francesc Draper, Alceu Ribeiro y Mariana Draper, Sala Dalmau, 1997.
La recuperación de artistas que dejaron Catalunya y España ha sido también otra de las prioridades de la galería: los barceloneses J.Fín y Javier Vilató habían pasado a un segundo plano cuando su obra merecía un reconocimiento mayor. Una figura de especial relevancia en este sentido ha sido Manuel Angeles Ortiz, andaluz, íntimo amigo de Lorca y Picasso, cuya obra hemos podido reivindicar en diferentes exposiciones.
Francesc Draper nos dejó en 1999, cuando presentamos la primera exposición individual de Javier Vilató tras más de 35 años de ausencia en su ciudad. Tras su fallecimiento, la galería ha seguido adelante con la misma filosofía, con exposiciones tan relevantes como la dedicada a Le Corbusier o la muestra de Eugenio Granell o, la pasada temporada, la primera exposición en una galería de Barcelona de José Luis Zumeta, uno de los grandes renovadores de la pintura vasca de la segunda mitad del siglo XX.
Queremos dar las gracias a todos los artistas, instituciones, galeristas, críticos y coleccionistas con los que hemos colaborado a lo largo de estos años, pero muy especialmente al público de nuestra ciudad que ha visitado nuestras exposiciones y ha valorado nuestro trabajo. ¡Esperamos que la galería pueda seguir adelante por mucho tiempo!